
La impugnación de un testamento es un procedimiento legal que permite cuestionar la validez del mismo cuando existen irregularidades en su redacción, firma o contenido. ¿Sabías que hay circunstancias en las que se puede impugnar un testamento?
En este artículo de FusterGüell, analizaremos los requisitos legales, las consecuencias más comunes de impugnación y las consecuencias de no hacer testamento.
Qué se necesita para la impugnación de un testamento
1. Legitimación activa: ¿quién puede hacer una impugnación testamentaria?
No cualquier persona puede impugnar un testamento. Solo tienen permitido hacerlo aquellos que tengan un interés legítimo en la herencia, como:
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- Herederos forzosos (hijos, cónyuge y padres en ausencia de descendientes).
- Legatarios o beneficiarios perjudicados.
- Terceros con un interés directo en la sucesión, como acreedores en determinados casos.
2. Causas legales para impugnar un testamento
Existen varias causas de nulidad o anulabilidad que pueden dar lugar a la impugnación de un testamento:
A. Falta de capacidad del testador
El testador debe estar en plenas facultades mentales en el momento de otorgar el testamento.
Si hay pruebas médicas o testimonios que acrediten que padecía demencia, Alzheimer u otra enfermedad incapacitante, el testamento podría ser anulado.
B. Vicios en el consentimiento
Se puede solicitar la nulidad si el testador fue coaccionado, engañado o manipulado por terceros para otorgar el testamento en términos que no reflejan su verdadera voluntad.
C. Incumplimiento de requisitos formales
Dependiendo del tipo de testamento (ológrafo, abierto o cerrado), la ley exige que cumpla con ciertas formalidades, por ejemplo, la edad superior a 18 años.
Un testamento notarial debe haber sido otorgado ante notario y con testigos en algunos casos. Si no se cumplen estos requisitos, se puede impugnar.
D. Vulneración de la legítima
En España, la ley protege la legítima de los herederos forzosos. Si el testamento no respeta esta porción hereditaria obligatoria, los herederos perjudicados pueden reclamar su parte, e incluso, la nulidad del testamento.
3. Plazo para impugnar un testamento
El plazo para presentar una impugnación depende de la causa alegada:
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- 4 años en caso de vicios del consentimiento.
- 5 años si la impugnación se basa en nulidad o anulabilidad.
- 15 años si se trata de una acción de reclamación de derechos sucesorios.
Se recomienda actuar con rapidez para evitar que el derecho a impugnar prescriba.
4. Procedimiento legal para impugnar un testamento
El proceso se inicia con una demanda judicial ante el juzgado de primera instancia del lugar donde se abrió la sucesión. Es necesario contar con:
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- Pruebas documentales o periciales (informes médicos, testigos, etc.).
- Un abogado y un procurador para llevar el caso ante los tribunales.
- Pago de tasas y gastos judiciales, que pueden variar según la complejidad del proceso.
¿Se puede impugnar un testamento hecho ante notario?
Sí, se puede impugnar un testamento notarial si existen defectos de forma, vicios en el consentimiento o incapacidad del testador.
Aunque un testamento notarial tiene una presunción de legalidad, no es inatacable.
Algunas de las razones más comunes para impugnar un testamento notarial incluyen:
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- Invalidez por enfermedad del testador no acreditada en el momento de la firma.
- Errores en la identificación de los herederos o en la distribución de bienes.
- Presión indebida de terceros para que el testador modifique su voluntad.
Impugnar una herencia ya aceptada
Si una herencia ya ha sido aceptada, la impugnación puede requerir pruebas adicionales que justifiquen la invalidez del testamento.
Algunas situaciones en las que se puede impugnar una herencia aceptada incluyen:
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- Descubrimiento de un testamento posterior que anule el anterior.
- Fraude o manipulación en la aceptación de la herencia.
- Falta de conocimiento sobre elementos del testamento en el momento de la aceptación.
Consecuencias de impugnar un testamento
Llevar a cabo una impugnación testamentaria puede traer consecuencias, tanto en favor como en contra:
Consecuencias positivas
Corrección de injusticias en la distribución de bienes
Si el testamento vulnera los derechos de los herederos forzosos o contiene disposiciones desproporcionadas, su impugnación puede garantizar una distribución más justa del patrimonio.
Protección de los derechos de los herederos legítimos
La legislación de sucesiones y herencias de España protege a los herederos forzosos (descendientes, ascendientes y cónyuge), garantizándoles una legítima. Si el testamento la vulnera, su impugnación puede restaurar esos derechos.
Anulación de testamentos fraudulentos o ilegales
Si el testamento ha sido redactado bajo coacción, engaño, falta de capacidad del testador o incumple requisitos legales, su impugnación permite restablecer la legalidad y evitar abusos.
Posibilidad de acceder a una mayor herencia
Si la impugnación prospera, el demandante puede recibir una mayor parte de la herencia que la estipulada en el testamento.
Consecuencias negativas
Conflictos familiares y litigios prolongados
La impugnación de un testamento puede generar tensiones entre los herederos y prolongar el proceso de reparto de la herencia.
Costes económicos elevados
Si el procedimiento judicial no tiene éxito, el impugnante puede enfrentarse a gastos legales y costes judiciales. En España, quien pierde un litigio suele asumir los costes del proceso.
Riesgo de que el testamento sea confirmado
Si la impugnación no prospera, el testamento se mantiene vigente y el demandante no obtiene ningún beneficio, habiendo invertido tiempo y dinero en un procedimiento sin éxito.
Posible exclusión de la herencia
En algunos casos, si el testador incluyó una cláusula de desheredación condicionada a la impugnación del testamento, el heredero podría perder su derecho a la legítima si el proceso fracasa.
Consecuencias de no hacer testamento
¿Y si, directamente, se decide no hacerlo? No hacer testamento puede generar complicaciones para los herederos:
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- Distribución de bienes según la ley y no según la voluntad del fallecido.
- Posibles disputas familiares.
- Costes adicionales en el proceso de adjudicación de la herencia.
Asesórate con respaldo legal sólido
La impugnación de un testamento es un procedimiento que requiere asesoramiento profesional para ser efectivo y tener un resultado exitoso.
En FusterGüell contamos con un equipo profesional en asesoría legal para resolver tus inquietudes e informarte sobre qué camino tomar. Contáctanos y te responderemos a la brevedad.
Preguntas frecuentes sobre impugnación testamentaria
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¿Qué pruebas se necesitan para impugnar un testamento?
Para que una impugnación testamentaria tenga éxito, hay que presentar pruebas de respaldo. Algunas de las pruebas más utilizadas en estos casos incluyen:
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- Informes médicos y periciales: si se argumenta que el testador no tenía capacidad mental al hacer el testamento, se pueden presentar historiales médicos, evaluaciones psiquiátricas y peritajes que acrediten enfermedades como demencia, Alzheimer u otros trastornos.
- Testimonios: declaraciones de testigos que puedan aportar información relevante, como notarías, familiares, cuidadores o médicos que trataron al testador en el momento de otorgar el testamento.
- Documentos notariales y testamentos anteriores: comparar diferentes versiones del testamento puede ayudar a detectar irregularidades, cambios abruptos o favoritismos sospechosos.
- Pruebas de coacción o manipulación: correos electrónicos, mensajes, grabaciones o cualquier otro documento que demuestre que el testador fue presionado o engañado al redactar su testamento.
- Pruebas grafológicas: si se sospecha que un testamento ha sido falsificado o que la firma no corresponde al testador, un análisis grafológico puede determinar su autenticidad.
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¿Puedo impugnar un testamento si no soy heredero?
No cualquier persona puede impugnar un testamento. Solo aquellos que tengan un interés legítimo en la herencia pueden hacerlo. Esto incluye a los herederos forzosos (como hijos, cónyuges y, en algunos casos, padres del fallecido), legatarios y cualquier persona que pueda verse perjudicada por la validez del testamento.
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¿Cuánto tarda un proceso de impugnación testamentaria?
La duración de un proceso de impugnación testamentaria varía según la complejidad del caso y la carga de trabajo de los tribunales.
En términos generales, puede tardar entre seis meses y dos años o incluso más si el caso es especialmente complicado.
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¿Qué sucede si un testamento no menciona a un heredero forzoso?
Si un testamento omite a un heredero forzoso (como un hijo o el cónyuge), este puede impugnarlo y reclamar la parte de la herencia que le corresponde por ley, conocida como legítima.
La única manera de excluir a un heredero forzoso es mediante una desheredación justificada, es decir, que el testador haya indicado expresamente en el testamento una causa legal válida para desheredar a esa persona (como maltrato o abandono).
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¿Puedo impugnar un testamento si sospecho que fue manipulado por un heredero?
Sí, si existe sospecha de que un heredero o un tercero influyó indebidamente en el testador para modificar el testamento en su beneficio, es posible impugnarlo. Este tipo de casos suelen estar relacionados con manipulación psicológica, abuso de confianza o aislamiento del testador en sus últimos años de vida.