
Un plan de compliance actúa como un escudo protector frente a posibles responsabilidades legales, por lo que las empresas españolas entienden la importancia de contar con uno.
En este artículo de FusterGüell, te asesoramos sobre cómo tener un plan de prevención de delitos eficaz y las mejores prácticas para su implementación.
¿En qué consiste un plan de compliance y por qué es necesario?
Un plan de compliance es un conjunto de políticas, procedimientos y controles internos cuyo objetivo es garantizar que una empresa cumpla con la normativa vigente, tanto en materia penal como en otros ámbitos regulatorios.
Su finalidad es minimizar la exposición a riesgos legales y éticos, estableciendo medidas de control que permitan prevenir y detectar posibles infracciones.
Se trata de un programa de prevención de delitos penales que se ha vuelto relevante desde la introducción del artículo 31 bis del Código Penal, el cual obliga a las empresas a contar con mecanismos adecuados para combatir estos delitos.
Algunos de los objetivos de la prevención del delito en el entorno empresarial son:
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- Evitar sanciones penales y administrativas.
- Proteger la reputación de la empresa.
- Fomentar una cultura ética y de cumplimiento normativo.
- Garantizar la seguridad jurídica en la toma de decisiones.
- Reducir el impacto de los riesgos penales en la actividad empresarial.
Componentes de un plan de compliance
Un programa de cumplimiento normativo efectivo debe incluir los siguientes elementos:
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- Compromiso de la alta dirección: la adhesión y promoción del cumplimiento normativo desde la dirección es fundamental para su éxito.
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- Código de conducta y políticas internas: debe establecerse un marco ético claro que guíe el comportamiento de todos los empleados y directivos.
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- Análisis y evaluación de riesgos: identificación de los principales riesgos normativos a los que está expuesta la empresa.
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- Controles y procedimientos: implementación de medidas específicas para prevenir, detectar y reaccionar ante posibles incumplimientos.
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- Canal de denuncias: un sistema interno para reportar infracciones de manera segura y confidencial.
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- Formación y sensibilización: programas de formación continua para empleados sobre sus obligaciones legales y normativas.
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- Supervisión y auditoría: mecanismos de revisión periódica para evaluar la eficacia del plan y realizar mejoras continuas.
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- Régimen disciplinario: establecimiento de consecuencias en caso de incumplimiento de las normas establecidas.
Pasos a seguir para elaborar un plan de compliance eficaz
1. Análisis de riesgos penales en la empresa
El primer paso para desarrollar un programa de cumplimiento penal es identificar y evaluar los riesgos legales a los que está expuesta la organización.
Para ello, es fundamental realizar un análisis detallado de las actividades empresariales y los posibles escenarios en los que se podrían cometer infracciones. Esto incluye:
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- Evaluación de las áreas con mayor exposición a delitos (corrupción, fraude, blanqueo de capitales, competencia desleal, etc.).
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- Identificación de los controles internos existentes.
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- Determinación del grado de vulnerabilidad ante incumplimientos normativos.
Este análisis permitirá establecer las bases de un protocolo de prevención penal para empresas adaptado a las necesidades específicas de cada organización.
2. Creación del equipo de compliance
Para garantizar la efectividad del plan de prevención de delitos penales, es imprescindible contar con un equipo de compliance, que será el encargado de diseñar, implementar y supervisar el programa de cumplimiento.
Dependiendo del tamaño y la estructura de la empresa, el equipo de compliance puede estar compuesto por un responsable interno o por un comité especializado. Sus principales funciones incluyen:
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- Supervisar la correcta aplicación del programa de compliance penal.
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- Proponer mejoras y actualizaciones en los protocolos de prevención.
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- Garantizar que los empleados cumplan con las normativas internas y externas.
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- Evaluar periódicamente la eficacia del modelo de prevención de delitos.
3. Diseño de políticas y protocolos internos
Una vez identificados los riesgos y formado el equipo de compliance, es necesario establecer un conjunto de políticas y procedimientos que sirvan de guía para la organización. Estas normas internas deben incluir:
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- Código ético: principios y valores que rigen la conducta empresarial.
- Canales de denuncia: sistemas de comunicación para informar sobre posibles irregularidades.
- Normas de actuación: directrices para la toma de decisiones en situaciones de riesgo.
- Sanciones internas: consecuencias por el incumplimiento del plan de prevención de delitos.
Un programa de prevención de delitos bien estructurado no solo reduce el riesgo de sanciones, sino que también refuerza la confianza de clientes, proveedores y empleados en la empresa.
4. Implementación del programa de compliance penal
Para que un programa de compliance penal sea efectivo, debe ser aplicado de forma transversal en la organización. Esto implica:
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- Formación del personal: los empleados deben conocer las normativas y procedimientos internos.
- Integración en la cultura empresarial: el compliance no debe ser visto como una obligación, sino como un valor corporativo.
- Supervisión y control: el equipo de compliance debe realizar auditorías periódicas para evaluar la efectividad del plan.
5. Monitorización y actualización continua
El entorno normativo está en constante evolución, por lo que un programa de cumplimiento penal debe ser flexible y capaz de adaptarse a nuevos requisitos legales. Para ello, es importante:
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- Revisar y actualizar los protocolos de prevención de forma periódica.
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- Adaptar las políticas internas a los cambios en la legislación.
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- Implementar nuevas medidas de control ante la aparición de nuevos riesgos.
Asesórate con profesionales cualificados
Un modelo de prevención de delitos eficaz no solo protege a la empresa en el presente, sino que también la prepara para afrontar desafíos futuros con mayor seguridad.
Si tu empresa está buscando un enfoque estratégico en prevención de delitos, estamos para ayudarte.
En FusterGüell somos especialistas en derecho penal, donde nos anticipamos y actuamos frente al delito empresarial.
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Preguntas frecuentes sobre el plan de compliance
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¿Es obligatorio contar con un plan de compliance en España?
Aunque la ley no establece la obligación general de contar con un plan de compliance, sí reconoce que la implementación de un programa de prevención de delitos puede servir como eximente o atenuante en caso de que la empresa sea investigada por un delito cometido en su seno.
Esto significa que, si una organización ha implementado correctamente un modelo de compliance penal y ha tomado medidas adecuadas para prevenir delitos, puede evitar o reducir su responsabilidad penal.
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¿Qué empresas deben implementar un modelo de prevención de delitos?
Todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector, pueden beneficiarse de la implementación de un modelo de prevención de delitos.
No obstante, aquellas que operan en sectores altamente regulados, como finanzas, salud, tecnología, transporte, energía o telecomunicaciones, están más expuestas a normativas estrictas y pueden enfrentarse a sanciones más severas en caso de incumplimiento.
Las grandes corporaciones y multinacionales suelen estar más obligadas a contar con un programa de compliance debido a su complejidad operativa y al cumplimiento de normativas internacionales. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) también deben considerar su implementación, ya que la normativa penal no hace distinciones en función del tamaño de la organización.
En definitiva, el compliance es clave para cualquier empresa que desee operar con seguridad jurídica y prevenir sanciones que puedan comprometer su viabilidad.
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¿Qué diferencia hay entre un plan de compliance y un código ético?
El código ético es un documento que recoge los principios y valores fundamentales que rigen la conducta de una empresa y sus empleados. Establece normas generales de comportamiento, promoviendo una cultura corporativa basada en la integridad, la transparencia y el respeto a la normativa.
Por otro lado, el plan de compliance es un sistema más amplio y estructurado que incluye procedimientos, controles y mecanismos diseñados específicamente para prevenir, detectar y gestionar riesgos legales y regulatorios dentro de la empresa.
Mientras que el código ético marca el marco de referencia sobre cómo deben actuar los miembros de la organización, el plan de compliance desarrolla herramientas concretas para evitar la comisión de delitos o incumplimientos normativos.
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¿Cómo se puede garantizar la efectividad de un programa de compliance penal?
Para que un programa de compliance penal sea realmente efectivo, no basta con su mera existencia en papel, sino que debe ser aplicado y actualizado de manera continua. Algunas de las mejores prácticas para garantizar su eficacia incluyen:
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- Compromiso de la dirección: la alta dirección debe liderar con el ejemplo y demostrar un firme compromiso con el cumplimiento normativo.
- Evaluaciones de riesgo periódicas: identificar y analizar los riesgos específicos de la empresa para adaptar las medidas de prevención.
- Formación y concienciación: formar regularmente a empleados y directivos sobre las normativas aplicables y los protocolos de actuación.
- Auditorías internas y controles periódicos: supervisar la aplicación del plan y detectar posibles vulnerabilidades a través de revisiones y auditorías.
- Canales de denuncia internos: establecer mecanismos seguros y confidenciales para que los empleados puedan reportar irregularidades sin represalias.
- Actualización constante: adaptar el programa a los cambios normativos y a la evolución del entorno empresarial.
Un programa de compliance efectivo no solo protege a la empresa de posibles sanciones, sino que también mejora su reputación y genera confianza entre clientes, inversores y otras partes interesadas.
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¿Qué ocurre si una empresa no cuenta con un plan de prevención de delitos?
La ausencia de un plan de prevención de delitos expone a la empresa a múltiples riesgos, tanto legales como reputacionales. Entre las principales consecuencias se incluyen:
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- Sanciones económicas: las empresas pueden enfrentarse a multas significativas si se demuestra su responsabilidad en la comisión de un delito.
- Inhabilitación para contratar con el sector público: en ciertos casos, una empresa sin un adecuado programa de compliance puede ser excluida de licitaciones o contratos con entidades gubernamentales.
- Responsabilidad penal de la persona jurídica: si se comete un delito dentro de la organización y no existen mecanismos adecuados de prevención, la empresa puede ser imputada penalmente.
- Pérdida de confianza y reputación: la falta de un plan de compliance puede afectar negativamente la imagen de la empresa ante clientes, proveedores e inversores.
- Sanciones más graves, como la disolución de la empresa: en casos de delitos especialmente graves, la ley prevé sanciones extremas como la clausura de locales, la intervención judicial o incluso la disolución de la compañía.
Por todas estas razones, contar con un modelo de prevención de delitos no solo ayuda a cumplir con la normativa vigente, sino que también protege la continuidad y estabilidad del negocio a largo plazo.
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